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10 consejos para emprendedores en un 10º aniversario

Ahora que hemos celebrado los primeros 10 años de Zinkdo como agencia de comunicación y marketing online, en este post quiero compartir con vosotros 10 consejos para emprendedores que quieran trabajar en este sector. Este es un artículo más personal que corporativo, pero como veréis, considero que esto trata de personas... Son cosas que he aprendido (creo) y que quizás aportarán algo a startups del sector. También soy consciente de que estos 10 puntos pueden ser fáciles de entender, pero que aplicarlos correctamente ya no es tan sencillo...

Aprendizajes para startups

1) Tener socios alineados en una misma cultura de trabajo es vital. Lo he vivido y lo he visto en proyectos que nacieron poco antes o poco después de Zinkdo: los que más lejos han llegado son los que han sido encabezados por un equipo fundador que ve las cosas de la misma manera y que es capaz de sacrificarse por igual cuando toca. También he visto ahora, al tener nuevos socios en Adsmurai, lo fácil que es cuando hay esta confianza. Mejor bien acompañado, y si no es posible, vale más solo que con personas que tienen valores, digamos, diferentes.

2) El equipo es clave. El equilibrio entre la capacidad económica y los recursos humanos es complicado, pero lo que yo haría ahora si volviera atrás es dotarme antesde más talento. A pesar de haber reinvertido a menudo las ganancias en tener más manos y más cabezas para hacer más cosas, veo que dejamos escapar oportunidades por no ser más ambiciosos. Llega un momento, si todo funciona, que hay que olvidar el crecimiento orgánico y apostar con realismo pero con ambición. También he visto startups caer por no haber detectado a tiempo este momento.

3) Crecer juntos. Algunos llaman emprendedor a quien pone en marcha un proyecto, y romanticismos aparte, en un equipo pequeño el emprendedor hace de todo. Lo que le toca y lo que seguramente debería delegar. Solo liberarás tu tiempo para crecer si incentivas que tu equipo también crezca profesionalmente. Hay que estar atentos a qué personas del equipo muestran la actitud y la voluntad de hacer más cosas. Las capacidades se aprenden, las ganas no…

4) Foco en el valor al cliente. En un negocio como el nuestro, si el cliente deja de percibir que es mejor contratar tus servicios que asumirlos, no llegarás lejos. La confianza se gana o se pierde a veces en detalles menores: hay que estar muy atento a cuál es la percepción de valor de los demás. Estoy muy contento y orgulloso de que algunos clientes hayan estado con nosotros cinco, seis o más años seguidos. Creo que es una de las metas más relevantes de Zinkdo.

5) Enfoque cualitativo en todo. Si las cosas pequeñas funcionan, las grandes también deberían funcionar. Si no prestas atención a la calidad de las cosas pequeñas, difícilmente tendrán calidad los proyectos más grandes. Observa cómo tú mismo abordas las tareas más aburridas o repetitivas. La cultura de la calidad es buena para mantener clientes, pero también para retener el talento que vale la pena conservar: aquel que también quiere hacer las cosas bien. Se necesitan metodologías bien trabajadas y la humildad para mejorarlas constantemente.

6) El mejor lead llega desde un cliente, desde un amigo o de ambas cosas. Siempre analizo cómo han llegado los clientes a nosotros, y creo que es una muy buena señal que muchos de los clientes nos lleguen por la prescripción de otros clientes satisfechos. Incluso hemos conseguido clientes por la recomendación de quien no ha comprado una de nuestras propuestas, pero ha intuido en ellas nuestras enormes ganas de hacer las cosas como toca.

7) No hay contactos pequeños. Nunca sabes cuándo un café con un exalumno, un apretón de manos después de una charla o un encuentro casual acabará generándote un nuevo proyecto. He intentado aprender que hay que ser amable con todo el mundo, que hay que dedicar tiempo a personas que piden opinión, feedback, quizás un favor, porque de estos gestos a veces retornan mayores ventajas. Que no se me entienda mal: se trata de compartir de buen grado y no esperando nada a cambio. Pero estos 10 años (y algunos anteriores) me han demostrado que tratar de ayudar reporta a menudo sorpresas agradables.

8) La transparencia y la honestidad son vitales. Con clientes siempre, pero sobre todo también con el equipo. Creo que explicar a menudo en qué punto está la empresa, qué problemas se detectan y debatir juntos cómo se pueden encarar es tratar a las personas que te acompañan como profesionales responsables. Creo que escuchar al equipo es también la mejor manera de entender qué factores están impidiendo que las cosas salgan mejor. Hay quien confunde escuchar con acatar: seguramente no son las personas que querrás tener al lado. En nuestro sector, todo el mundo se conoce, y hacer las cosas con responsabilidad hacia compañeros, clientes, colaboradores y competidores es siempre una forma sutil pero segura de ganar una reputación positiva.

9) Hay que saber decir que no. Ligado a los dos consejos anteriores, para hacer camino hay que intuir los tropiezos y evitarlos. Algunos de los proyectos que hemos hecho comenzaron mal, por motivos diversos, y no los dejamos ir a tiempo: la erosión sobre el equipo duró mucho más tiempo que los proyectos. No es culpa de nadie, hablamos siempre de personas, y a veces se conecta y a veces no hay esa chispa. Seguro que hay quien pueda racionalizar esto mejor que yo, pero defiendo que si tu instinto te dice que aquella persona (sea un posible cliente, un posible empleado o un eventual colaborador) no está en la misma vibración que tú, quizás no hace falta empezar nada…

10) Resiliencia y mirada a largo plazo. Diez años han dado para muchos buenos momentos, pero también para experiencias complicadas. Una década después de comenzar esta aventura, el mejor consejo que se me ocurre para un emprendedor es darse cuenta cuanto antes de que  no hay nada ni nadie imprescindible (ni siquiera yo mismo lo soy en Zinkdo, como mi equipo me ha demostrado en el nacimiento de mis dos hijos). He aprendido que de los momentos difíciles se puede aprender, quizás más a encajarlos y digerirlos que a evitarlos. Y he comprobado que, cuando los otros 9 puntos funcionan, pocas cosas pueden afectar la viabilidad del proyecto... 

Y así, con una sensación de cambio constante, de lucha y esfuerzo, de compartir y de crecer, es como hemos cumplido nuestra primera década. ¿Qué menos que celebrarla con empleados y ex empleados, con clientes y ex clientes, con amigos y compañeros? Muchas gracias a todos por vuestra complicidad. ¿Haremos 10 más? Ojalá sean tan apasionantes como estos primeros...

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